Olvidar...¿realmente existe el olvido? y si no hay olvido, ¿entonces que queda?. ¿Queda la conformidad de una desición ya tomada o la duda de una elección incorrecta? Quizás la aprobación da paso a la aceptación... y más que olvido quedan recuerdos fugaces que habitan en nuestro propio yo, que ocasionalmente se manifiestan como fragmentos de un viejo film proyectado en las paredes de nuestra alma. Y si la decisión tomada no fue la correcta... la vida ofrece oportunidades para enmendar. A veces éstas pasan ante nuestros ojos y no somos capaces de distinguirlas, entonces insistimos en olvidar pero no podemos olvidar.
Los suspiros son aire y van al aire!
Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer, cuando el amor se olvida...
Sabes tú adonde va?
Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer, cuando el amor se olvida...
Sabes tú adonde va?
(Gustavo Adolfo Bécquer)