jueves, noviembre 13, 2008

Reorientando la brújula

Creo que en el último tiempo el dinero se ha ido convirtiendo en la medida absoluta de las relaciones entre los hombres. A pesar de eso no pierdo la esperanza de que llegue aque día en que las personas sean valoradas por lo que son, por sus capacidades, su manera de pensar y de hacer... incluso a veces tengo la sensación de que estuviesemos cerca de ese cambio, en el que este modelo económico que nos aleja de la felicidad y nos obliga a competir entre hermanos, que nos daña y nos desune cada día más, en donde ya no hay tiempo para detenerse a ayudar a quién más lo necesita y en donde mas bien nos vemos obligados a estar a la defensiva ante cualquier eventual embestida por parte de quien menos lo esperas. Es el modelo de la infelicidad y la avaricia que va devorando sueños y esperanzas, que probablemente esté en su punto culmine... aquel punto en el cual la sociedad dará el giro definitivo hacia una concepción diferente de humanidad, en donde todos somos parte de un todo que fue modelado para funcionar de manera armoniosa, un mundo en el cual todos somos igual de importantes y nos complementamos mutuamente hacia un fin común; el amor al prójimo y la búsqueda de la verdadera felicidad.





miércoles, marzo 26, 2008

La construcción


De pie sobre la azotea de la construcción él se alza mirando fijamente al horizonte, como si en algún punto de esa línea que le es inalcanzable intentase vislumbrar señales de un pasado ausente que quedó enterrado en el desierto del olvido a causa de un destino que le es incierto y que le trajó hasta aquí, manteniéndolo confinado a esta soledad, ajeno a sus recuerdos. La estructura que él vigila es similar a una pequeña ciudadela en ruinas, su fachada está contenida en murallas de roca grisaceo opacadas por el paso del tiempo. Su interior es lúgubre y vacío, impregnado de una leve atsmósfera polvorienta que al mezclarse con la ténue luz del día que ingresa al interior le da un ambiente casi etéreo. Llama la atención que las puertas y ventanas de esta estructura siempre están abiertas (en algunos casos simplemente no existen), ni siquiera un cerco o muro que la separe del mundo exterior, un mundo en el cual aparentemente sólo existiese el vacío y la soledad, pues alla afuera lo único que él puede distinguir es aquel horizonte aparentemente inalcanzable que separa el cielo de los confines del mundo, sólo el pasar de los soles hace recordar al centinela de la existencia de un tiempo y de un espacio que le han sido ajenos desde que tiene conciencia de si mismo: el primero debido a que no se siente parte de éste ni le afecta su paso, es como si el tiempo le fuese ajeno e indiferente; en cuanto al espacio, su mundo esta limitado sólo por esta estructura pues jamás se ha aventurado a ir más allá. Nunca nadie ha logrado entrar allí antes, a pesar de que tampoco el guardián que custodia esta construcción recuerda que alguien haya llegado a visitarle alguna vez.

Su memoria no alcanza a vislumbrar aquel instante en que él llegó a habitar en aquel lugar. No puede recordar quién o qué lo trajo aqui, tiene la sensación de haber aparecido de la misma nada y allí se ha mantenido en actitud inmutable de solitario guardián de su pequeño mundo, sin ser dueño de sus recuerdos ni de su pasado. Lo que él es ahora se encuentra confinado a estas cuatro paredes, a estos cuatro niveles.

Mas hoy sientes una extraña sensación. De improviso apareces en la azotea de tu construcción vigilante intentando vislumbrar algo más alla de las paredes que han circundandado tu destino. Hay una atsmósfera diferente allá afuera, repentinamente el desierto que te rodea adquiere un movimiento fuera de lo común; la arena danza inexplicablemente con el viento creando una cortina que no te permite ver con claridad lo que hay del otro lado. El aire va elaborando caprichosas formas que se mezclan con la arena hasta llegar a formar un torbellino que se aproxima hacia ti y que instantáneamente se detiene frente a tu construcción... a lo lejos una extraña visión asoma entre esta agitación, como de la nada misma aparece inverosimil una mujer que viste abrigo rojo.

Y apareciste tú etérea de esa misma nada que me trajo hasta aquí, impregnada con ese mismo halo de soledad que me ha acompañado desde siempre. Te quedaste ahi congelada en el tiempo frente a mi puerta mientras yo me estremecía como nunca antes supongo había sentido, una sensación inexplicable me embargaba en ese instante y no sabía que hacer mientras tú, dándome la espalda observabas aquel mismo horizonte que vigilaba en serena comunión con los soles día tras día. Sentí una inexplicable tristeza al verte tan sola atormentada por ese desierto que te envolvía. Bajé desde mi azotea para buscarte, decidido a aventurarme más allá de estos fríos muros. En un instante me hallé en el portal casi a punto de salir de mi fortaleza y ya estabas allí. Te cruzaste conmigo sin notar mi presencia, pasaste indiferente a mi lado y comenzaste a subir la escala silenciosa y ténue sin decir nada, pude ver en tu mirar ausente un reflejo de callada tristeza, pero no me atreví a hablarte. Fue un instante letárgico, triste y efímero, pero es como si hubiese sido más extenso que todos éstos días de silencio que me poseían.

Esa fue la única vez que te ví. Sali de la construcción y tú te quedaste allí dentro. En ese momento supe que ya no nos volveriamos a ver. Me pare frente a la estructura para ver si te asomabas por aquella azotea que innumerables veces fue mi torre de centinela escrutador, pero no apareciste. No regresé más a aquel lugar, tú habitaste en él desde aquel día que entraste sin permiso a mi mundo y a mi corazón.

A partir de aquel día él vaga solitario sin rumbo fijo por el desierto. El paso de los soles ya no le es indiferente; y sin construcción que vigilar, el horizonte de las estrellas que le fue ajeno desde un comienzo será su única frontera. La incertidumbre de un pasado cuyas huellas fueron borradas por un caprichoso destino ya no le atormenta desde aquel día en que se presentó ella. Su presencia vive en su interior día a día y su recuerdo perdurará eternamente como único tesoro de un pasado cuyas huellas quedaron enterradas para siempre entre las arenas del olvido.

De la mujer del abrigo rojo nadie sabe nada. Dicen que a veces cuando te detienes a escuchar la voz del silencio en medio de las noches de desierto es posible oirla... otros aseguran que su voz es la misma la soledad que acompaña a los viajeros en su largo transitar hacía los confines de la tierra.



sábado, marzo 15, 2008

Preludio de un sueño que no fue realidad.

Repentinamente se encuentra en un tiempo que le es ajeno a su realidad, a su existencia. Su energía vital materializada en un ser desconocido para él. Su cuerpo etéreo va adquiriendo otra forma, otra textura, no percibe aromas, ni otras sensaciones. Es como si sus sentidos estuviesen dormidos o quizás ausentes desde el instante mismo en que fue concebido aquella noche de sueño.

Montando una carreta apareces de la nada sentado sobre ella... hay una yunta sin control, no están las bestias que la mueven, mas ellas si están ahi presentes!!! pero te son invisibles entre tanta bruma, conduciéndote hacia lo desconocido sin control alguno. La bajada tiene pendiente pronunciada, el callejón es oscuro, los árboles flectados caprichosamente por una fuerza ajena a toda ley de este mundo físico van tornando una especie de túnel sobre el camino, las ramas secas se entrelazan formando una estructura hermética al mundo exterior, dando predominio a una oscuridad tenue y lúgubre que se entremezcla con pequeños trazos de luz que traspasan aquella barrera y se reflejan en el lodo aposado del callejón.

Y te encuentras rodando cuesta abajo, sin nada que pueda detener este frenético avance hacia un fin oscuro, tan oscuro que de él no se puede escapar ni sabes cuando empieza ni donde termina porque es ajeno a tu mundo, a tu tiempo, sin noción de espacio. Puede ser un momento infinitesimal o eterno, eso no lo sabes aún porque te encuentras descendiendo sin control dentro de ese callejón oscuro sin sentir nada, mientras el estrepitoso rotar de aquellas ruedas altera el brillante sílice del barro oscuro.

La pendiente termina en una suave planicie, desaparece en la nada la carreta con su yunta de bestias invisibles, volviendo quizás a la misma nada de la cual brotaron. El lodo del camino se convierte en un ténue espejo, tus pies sumergidos en él caminan sobre esta especie de pantano de claras aguas mustias, sin movimiento, sin vida. El silencio reina en este territorio, un bosque gris y antiguo rodea a esta laguna, las copas de lánguidos árboles se inclinan sobre la orilla con ademán de tristeza. Tu andar no altera la calma del espejo que se mantiene frío e instransmutable.

Miras a tu alrededor, frente a tí el viejo bosque mustio, a tus espaldas una densa bruma blanca que se confunde con aquel espejo que no refleja nada, porque estás en la nada y no sientes nada. Buscas tu reflejo en él mas sólo hallas un manto de tenue nada. Tu mirada se pierde en el horizonte de la nada para vislumbrar que más alla del espejo, apoyado sobre él se encuentra una mesa rectangular con tres puestos, la cubre un mantel blanco, las sillas son blancas, la mesa también. Al acercarte ves que en el extremo izquierdo está sentado tu padre y que frente a él sentado en el lado opuesto está tu hermano menor. Tu puedes verlos a ambos, pero ellos no pueden verse entre sí por lo cual continuan ambos silenciosos mirándose de frente pero sin notarse. En medio de esta nada, de este frío que no puedes sentir te acercas a ellos y te sientas entre ellos dándome la espalda, ellos te ven y te hablan, extrañamente a lo que creíste ellos te escuchan y les hablas, haciéndoles notar la presencia de aquel que no ven, por lo que pasas a ser una especie de medium entre ellos, la mesa esta vacía, sobre ella no hay nada por que está apoyada en medio de esta nada.

Llegó aquel instante final. La mesa transmutada en un lecho blanco que se halla en medio de una densa nube blanca donde pierdo noción de lo que es arriba, abajo, hacia el lado... no existe el espacio y el tiempo es sólo este momento mesurable en el que me acerco a aquella camilla notando que en ella hay una blanca sábana cubriendo algo, presiento que allí estás tú... descubro la cama, aparto la sábana y eres tú en efecto. Tu rostro sereno, tu tez más blanca que la nieve, que aquella nada que me guió a ti en este mundo surrealista. Tus cuerpo yace sin vida, tus ojos cerrados me indican que haz caído en el sueño eterno. Me acongojas, y justo al final me regalas esta sensación. Acaricio tu frente, te susurro tres palabras y abriste los ojos... momento inconmesurable, efímero pero que quedó por la eternidad en la veta del ser.

Y ha pasado un año y me hallo frente al hospital. Tristeza para mi fue cuando escuché el llanto de mi padre, es que tus ojos se habían cerrado para siempre...


Lástima que ya no abriste los ojos
Un lamento por aquellos sueños
Que ya no fueron realidad
Que en paz descansen
Que en paz descanses




viernes, marzo 14, 2008



Hace tres años ya que partiste, y en realidad no había dimensionado el tiempo que ha pasado desde aquel 14 de marzo de 2005 cuando dedidiste dejar este mundo. La medida del dolor es inconmesurable en el tiempo porque a pesar del paso de éste, la tristeza que causó tu partida perdura aún, y lo será por siempre. Pero también se mantiene el recuerdo de lo que significaste para muchos en vida. Para mi en especial, hermano. Han sido tres años que temporalmente no los puedo definir ni como largos ni como cortos, más bien los defino como una transición en mi vida, momentos en los que inicialmente no podía vislumbrar ninguna luz de esperanza o algún faro que me guiara en aquellos instantes. Han sido años de autoevaluación de lo que mi vida fue antes y lo que sería después de tu partida. No sabría decirte con certeza si lo que soy hoy como persona se asemeja a lo que era antes de perderte. Si puedo decir que el dolor que causó tu muerte me permitió conocer un lado de mi que nunca pensé existiese, aprendí a ver el gran valor que tienen las cosas simples de la vida, el lazo con mis padres se hizo más fuerte, que en los momentos en los que sentía con mayor fuerza la soledad tu presencia (o en realidad la de Dios) me acompañaba (y lo hace aún). Todo lo aprendido en este proceso me ha hecho ver las cosas desde una perspectiva distinta, y es que a lo mejor inconcientemente opté por ser feliz, no se en que momento tomé esta decisión, o es que quizás nunca hubo un momento sino que la cosas se fueron dando asi simplemente. El dolor remece los cimientos de tu mundo, obliga a cuestionar, a buscar respuestas para entender no sólo el porque, sino el para que... las razones del sufrir a medida que se entienden van prendiendo los faroles de la senda que elegiste seguir, respuestas y preguntas que van y vienen que permiten determinar que camino escoger para llegar a ser feliz, quizás ese es el gran norte que la mayoría de nosotros intenta seguir. No quiero decir si ahora soy más feliz que hace tres años, no se si estoy más lejos de aquella meta que antes o si alguna vez lograré alcanzarla, lo que si se es que para mi lo aprendido al recorrer este camino ha sido lo más valorable. Mi mayor temor es olvidar todas estas cosas adquiridas en este aprendizaje, desviar el camino sin darme cuenta para corregir. El olvido significaría para mi que tu muerte fue en vano, porque lo que soy hoy en gran medida es por causa tuya. Tu alegría, tu bondad, tu humildad, el amor que me diste perdurará por siempre en mi corazón. Y como te lo dijé una vez "todos los sueños que logre alcanzar serán dedicados a tí por todos aquellos sueños que no alcanzaste a cumplir en vida, aunque ya alcanzaste el sueño más importante que todo buen hombre anhela... estar más cerca de Dios"


P.D El sueño de ver a Iron Maiden ya se cumplió. Para el próximo verano espero cumplirte el otro.

jueves, marzo 06, 2008

El aprendizaje del lobo


¿Cómo te sientes ahora?


Inquieto, ansioso


¿Te sientes feliz?


No del todo


¿Por qué?


Siento que me falta algo


¿Qué?


Ahora me siento solitario. Necesito que alguien esté a mi lado. Un compañero de camino. A veces pienso que con alguien al lado podría hacer muchas más cosas de las que hago.


¿Crees que lo puedas encontrar?


Por ahora lo veo difícil.


Si tú lo ves difícil así va a ser, no debes perder la fe. La fe es la fuerza que permite que nuestros sueños se puedan cumplir. La razón de ser de los sueños es el amor. El amor es la fuerza primitiva, aquella que prendió el fuego de la creación. Aquella que consumió a la nada exiliándola en la oscuridad.


¿Por qué siempre necesitamos?


Porque siempre queremos algo. Y cuando lo obtenemos queremos más. La ambición del hombre es insaciable, un arma de doble filo que mal enfocada puede acarrear los mayores sufrimientos.


¿Cuál es tu mayor temor?


Olvidar lo aprendido. Perder la senda, desviarme.


¿Qué sientes cuando te pasa eso?


Siento miedo, ansiedad, confusión. Muchas preguntas en mi mente, me saturo, todo se desordena.


¿Cuándo sientes que te pasa eso?


Cuando pienso en mi… y me olvido de los demás. Cuando resurge el egoísmo y me doy cuenta que pudiendo haber hecho algo por ayudar a alguien no lo hice porque no le dedique el tiempo necesario. Cuando me doy cuenta de eso me invade un sentimiento de intranquilidad, siento pena por mi y por aquella persona.

Cuando empiezo a saturarme de cosas sin mayor valor y les doy la importancia que no merecen. Es como si mi mente estuviese aprisionada sin dejar salir ideas, pierdo la claridad de las cosas olvidando el verdadero valor de ellas… que cosas tan simples en la vida marcan la diferencia, o que la misma naturaleza te muestra la respuesta, pero estás tan cegado que no ves la esencia en aquello.


¿Qué haces para corregir el rumbo?


Intento dejar de pensar. A veces la respuesta llega en el momento más simple. Ahí entiendo que la vida es simple mientras no trate de entenderla sino que entenderme a mi mismo, irme conociendo. La vida tiene muchos misterios al igual que las mujeres, y cuando intento entenderla todo se complica porque me olvido de que es más importante mi propio yo. A medida que me voy conociendo más me siento más tranquilo, mas seguro de mi con menos temor.


¿Qué piensas de la vida?


Que es un aprendizaje constante. Como una maestra que te acompañará por el resto de lo que te quede de ella, una maestra de la cual puedes aprender mucho, sobretodo de los propios errores que ella te induce a cometer.


¿Y que queda de lo aprendido?


Depende de las acciones. Hay que aplicar lo aprendido. No hay que ser egoísta. Y ese es el paso más difícil, aplicar lo aprendido en aquellos que te rodean, sobre todo en aquellos que más daño hacen. Sino aplicas lo aprendido en la vida volverías a cometer los mismos errores y dejarías de avanzar. Sería como una fe muerta y se desvanecerían tus sueños.


¿Y como puedo aplicar lo aprendido?


La respuesta está dentro de ti. El camino lo eliges tú. No importa que tipo de respuesta hayes. Lo que realmente importa es lo que aprendiste mientras fuiste en su búsqueda.




miércoles, marzo 05, 2008

y llegaron las fuerzas especiales!!!

Ando sin reloj... estimo llevo unos 3/4 de hora acá arriba y esta haciendo frío. Aún no se ve nada allá abajo. A ratos se pueden vislumbrar los rasgos del rostro del Cristo. En fin si lo único que perdura en el tiempo es lo que nos enriquece espiritualmente o algo así, y lo que nos enriquece materialmente es efímero y perecedero... que al final terminará tragado por la nada ¿porque tengo que abrir los ojos nuevamente para conectarme con ello?, es duro salir de esta ensoñación!!! pero no salir es negar mi existencia, negar mi razón de ser en este mundo... pero es difícil volver a aterrizar, más cuando abres los ojos y ves que se aproxima hacia ti un guardia vestido de comando con boina estilo "marine gringo" con una radio adosada en su pecho y un fúsil automático en sus manos!!!

Ahhhh... este weón me viene a hechar seguro, estaba tan bien aca sólo!!!

- Eh preciso ir em bora, es hora chá?
- Nao!!! no tem problema de ficar acá... fica cuanto tempo precise!!!
- OK!!! obrigado mais eu no tei hora... falé con taxista, el leva pra mi en una media hora mais.

Al rato aparece otro guardia. Me preguntaron de adonde era, que hacía y asi estuvimos largo rato charlando. Uno de ellos se llama Rogerio, me dice que ambos pertenecen al "Grupo de Fuerzas Especiales" un grupo selecto que tiene como fin específico el control de la población que vive en las favelas de Rio. Recuerdo que lo que más me llamó la atención es el hecho de que son los únicos que se enfrentan con las bandas de criminales en las favelas, tienen licencia para matar si se ven obligados a ello; bajo que cirscunstancias eso no lo sé y tampoco fueron claros al respecto... pero da para muchas sospechas debido a las denuncias por abuso de poder en contra de la población civil, y eso es lo que más controversia causa este grupo en Brasil. De hecho recomiendo una película para aquel que le interese que trata sobre el tema se llama "Tropa de Elite" se estrenó hace unos meses en Brasil y ha dado harto que hablar allá. Tanta fue la expectativa que causó esta peli que ya las versiones piratas sacadas de una copia subida ilegalmente a la red se vendieron como "pao quetchi" antes del estreno oficial.



Mientras mirabamos hacia la ciudad, intentando vislumbrar algún claro entre la niebla me relataban como los seleccionaban. Tenían que tener una conducta intachable y no ser del Estado de Río y menos de la ciudad para evitar alguna represalia por parte de algún grupo criminal. De hecho Rogerio es de Rio Grande do Sul, una ciudad fronteriza del sur casi llegando a Uruguay. El otro tipo era de un estado amazónico cercano a Bolivia. Debían pasar por un entrenamiento especial muy duro del cual un importante porcentaje decertaba, instrucción de combate contra guerrillas, uso de armamentos, etc.

Junto a Rogerio en un momento de mayor claridad entre tanta bruma

El poder de las mafias en Brasil es impresionante. Según lo que me relataban, las favelas en Río son verdaderas ciudades, la más pequeña de ellas tiene 300 mil habitantes y hay otras que alcanzan unas diez veces esa cantidad; y eso es lo que hace complicado combatir el crimen en su interior. El control de las periferias es muy reñido pero se inclina a favor de las policías. Sin embargo adentro es prácticamente imposible por ahora controlarlas debido a que hay muchos lugares donde se pueden esconder los malandras, no existen calles sino callejones laberínticos y tienen la ventaja de atacar a la policía desde sitios en altura mientras los "elite" hacen sus incursiones. Los tiroteos son casi a diario y no es extraño ver alguna furtiva bengala salir disparada desde los cerros dando aviso a los habitantes de la favela que "los polis ya están acá". La mafia de Rio, me contaba Rogerio, tiene conexiones internacionales con la Mafia Rusa, con las FARC las cuales les proveen armas tan potentes como las que los "elite" usan, e incluso han encontrado fusiles AKA 47, lanza granadas y otras de grueso calibre. El control de las mafias está basado en el miedo y la intimidación que ejercen sobre la población de éstas. Como incentivo para formar parte de los "elite", considerando que arriesgan sus propias vidas al ejercer su función, está la parte monetaria. Un policia civil gana aproximadamente 1000 US$ mensual mientras que un elite cerca de 2000 US$, si tomamos en cuenta que el costo de la vida en Brasil es similar a nuestro país no pasa indiferente esta última cifra.

Ya era hora de irme, los "elite" me habían ofrecido llevarme en su camioneta hasta la ciudad allá abajo... pero ya me había comprometido con el amigo del taxi. Volví por los peldaños que me trajeron al Cristo subí al taxi con 10 minutos de retraso... jugaba el Flamengo con Botafogo, el chofer flamenguista... pero eso es otra historia.

Brasil... país de contrastes y contradicciones. De gente amable y alegre que disfruta la vida día a día sin complicaciones. Un país bendito, un país privilegiado del cual me siento afortunado haber conocido un poco más de cerca: su realidad, sus dos caras, sus controversias, tristezas, alegrías, justicias e injusticias ante las cuales el Cristo Redentor pasa a ser un indiferente y silencioso testigo.


lunes, marzo 03, 2008

Cristo Redentor, nubes y Río… parte 2

A medida que el taxi subía el camino hacia el Cristo, iban apareciendo diversas formas de árboles, arbustos y flores coloridas dando la impresión que nos estábamos internando en una especie de urbana selva tropical, ajena al ruido de la ciudad, ajena a su gente... en fin una especie de oasis verde que se elevaba hasta los pies del Cristo.

Corcovado... al mirarlo de lejos se entiende la razón de su nombre que en castellano sería "Jorobado" y que a veces esconde su rostro entre la caprichosa neblina... que muy a menudo tiende a ser lluvia que lo empapa de la cabeza a los pies.

Continuabamos el ascenso por un camino sinuoso lleno de curvas y aparecía, imperceptible en un comienzo, una niebla que poco a poco se iba espesando hasta casi llegar al punto de saturación. Prácticamente cuando arribamos a la cima ésta no dejaba ver más alla de unos 80 metros. Una vez me bajé del taxi acordamos con el conductor que iba a esperarme una hora, en ese instante cálculo eran las 18:30.

La visita se veía poco auspiciosa, estando a los pies del Cristo apenas le veia la espalda... peldaño tras peldaño y la situación no cambiaba, una especie de sentimiento mezcla de arrepentimiento y resignación comenzaba a embargarme. Sentía que literalmente "el de arriba " ese día me estaba dando la espalda.


Habían muchos turistas intentando captar algún instante de claridad para hacer una foto mas aquellos momentos eran demasiado cortos casi imperceptibles. El rostro del Cristo aparecía de vez en cuando entre la niebla... fantasmal y efímero.

Comenzaba a atardecer y era el momento de partir. Para los turistas era un asunto complicado pues no habían podido cumplir el deseo de ver el monumento en gloria y majestad y menos aún ver las espectaculares panorámicas de la ciudad. De mala gana los grupitos comenzaban a irse y llegó un instante en el cual quedé completamente sólo allá en la cima. Intentaba vislumbrar entre la bruma algún indicio visual de ciudad, de playa, de puerto más esos instantes eran mínimos. Sólo los sonidos urbanos permitían dimensionar el movimiento allá abajo.


Y así llegó el instante en que decidí volver por los peldaños que me habían traído a la cima... algo lateado y decepcionado. Mas a mitad de escalones decidí regresar!!! Pues bien, si no puedo ver nada al menos podré meditar un rato, estoy solo y de alguna manera la majestuosidad del Cristo Redentor me hace sentir más cerca del creador.

Avanzo hacia ti y me detengo frente a ti, te doy la espalda para volver a mirar hacia la ciudad. No veo nada y cierro mis ojos... me acompaña el sonido de la urbe mezclado con el canto de algún pájaro... aparece un instante de silencio, tengo la impresión que estoy en medio de la nada... abro los ojos y no veo nada más que tu figura materializada en el granito. Sensación de inmensa soledad es la que siento... una soledad indiferente e inquietante al mismo tiempo, como si tratara de revelarme algo.

Pasarán los años, las centurias y quizás el tiempo se llevará todo lo que ahora no puedes ver desde este balcón. ¿Que es lo que quedará entonces si el mundo material se esfuma ante el paso del tiempo y la obra del hombre?¿Que queda mas allá del hombre, más alla de sus días, más alla de este mundo? Esta nada presente que estuvo presente en el comienzo de todo... ¿se hará presente al final? ¿Es necesaria la existencia de un motor que la originó y la hizo cautiva? Es este mismo motor quizás sea el que permanecerá por siempre, más allá de la nada... absoluto, eterno y ajeno al tiempo.



... y en el instante menos esperado disipas la niebla, aparece tu rostro y luego te ocultas nuevamente entre la nada y yo ajeno al tiempo, sin noción de espacio... solo en medio de esta blanca soledad, vuelve el canto del pájaro que se confunde con el rugido de la ciudad... el canto efímero, la nada inverosimil.

miércoles, febrero 27, 2008

Cristo Redentor, nubes y Río… parte 1


... y que a veces no podemos ver todo lo que deseamos ver porque se nos quiere mostrar lo fundamental, aquello que no podríamos captar porque resulta ser aparentemente invisible al confundirse con lo cotidiano, porque quizás para poder hallar la esencia de las cosas es necesario aislarse del todo que te rodea para así poder diferenciar lo no perpetuo de lo imperecedero… para comenzar a entender aquello que nos mueve a seguir abriendo surcos entre las veleidosas selvas del destino.

Algo así es lo que pude sentir en aquel momento en que llegué a los pies del Cristo Redentor en el Corcovado. Hace mucho tiempo deseaba ir para allá, durante el viaje pasado lamentablemente no pude ya que las condiciones climáticas no acompañaron durante la estadía… en días nublados la cumbre del Corcovado se cubre de niebla… y el Cristo Redentor se oculta entre un campo nuboso grisblanquecino que tapa toda panorámica de la ciudad de Río de Janeiro. Y casi siempre que aparecen esas nubecillas, detracito les siguen unas lluvias que a lo lejos se aprecian como verdaderas cortinas de agua.

Mi última estadía en Río duró cinco días… de los cuales resultó ser sólo el último el más apropiado para ir al Corcovado… eso es lo que creía. Salí en la tarde junto con Ionne, una holandesa rubia de ojos azules de mirada penetrante, piel levemente bronceada y pecosilla, que vive el día a día corriendo de navío en navío. Ella lleva como 4 años viviendo acá en Río después de haberse separado de su marido (capitán mercante holandés). Ahora se dedica a ofrecer servicios de proveeduría a los buques que llegan al puerto… ella nos trae los víveres: las bebidas, las frutas, legumbres… todo lo que se le pida ella lo trae o sea todo lo que se relacione con provisiones jjejeje. Al parecer le ha ido bien, pues atiende varios buques, es conocida ya por muchos capitanes… le favorece bastante el hablar como cinco idiomas: holandés, inglés, portugués, español, griego, alemán si es que no se me queda algún otro en el tintero.

La idea en un comienzo era movilizarme a pie desde el puerto hasta la estación de metro Uruguaiana que esta cerca de la Aduana, desde allí subir al metro hasta la estación Largo Do Machado o algo así. Desde allí combinar con el ómnibus al barrio de Cosme Velho, bajarme donde hay una placita y subir en el trencito hasta el Cristo. Le conté mi plan a la Ionne, pero ella me dijo, antes de despedirnos en plaza Mauá y seguir “sousinho” mi camino, que el trencito funciona sólo hasta las 5 o 6 de la tarde, lo cual resultó ser cierto porque cuando llegué a la boletería el último “boundinho” había salido como hace 20 minutos… snif!!! Hay otra opción para subir al cristo a esta hora??? - pregunté al que atendía la boletería, un taxi o algo así?? Me respondió que si, pero el taxi te va a cobrar unos 40 reales sólo por subir y no te va a esperar para que bajes a no ser que lo arregles con él, pero si es así mínimo unos 70 reales, o sea como 40 dólares… salia carito subir… por la xuxa estás a los pies del Corcovado y no podís subir… a pie son como tres horas y ya son las 6 de la tarde… esperé un rato más en una de esas llegaba más gente que quería subir y podía armar hacer un grupito para pagar el taxi a medias. “Mais infelizmenthi” no pasaba nada!!! De repente apareció un anciano con una tarjetita colgando de su cuello… me llamo la atención y le pregunte si tenía algo que ver con paseos al cristo o algo así, en efecto pertenecía a una cooperativa y te ofrecían precios más módicos por llevarte al monumento, te esperaban allá el tiempo que quisieras… etc. El trencito cobra 36 reales ida y vuelta… un taxi mínimo 70 riais… el viejito 50 riais… DECÍDASE LUEGO!!! me decía… en poco tiempo mais ya no podremos subir… entre portuñol y algunas frases aprendidas cerramos trato y en menos de 5 minutos me estaba internando en las alturas del Corcovado… el día aún estaba despejado… se venía un atardecer anaranjoso.

miércoles, febrero 20, 2008

De vuelta al punto de partida

Hoy es mi último día en el buque… después de estar más de cinco meses navegando, a pesar de eso tengo la sensación de que me hubiese embarcado hace dos semanas y de hecho el equipo que me tocó en este embarco ha sido tan bueno que me quedaría un par de meses más… pero es hora de bajar y poner pies en tierra firme y acá estamos de vuelta al punto de partida de lo que fue esta travesía, San Antonio. Estamos fondeados a la gira hace dos días, sin considerar las cinco horas que estuvimos amarrados al sitio 2 en San Antonio… aproveché ese ratito que estaba libre para ir a comer con el contramaestre dos super completos gigantosos dinámicos, el otro tenía chucrut… salimos después de medianoche, volvimos a las 3.30 de la madrugada aprox… valió la pena… estaba feliz, de hecho ni me cepille los dientes esa noche para seguir degustando el sabor.




El Junior... hijo de un tripulante que se embarco con su señora y la otra hija... más desordenao que la cresta y muy llorón y barsa!!! jajajaja por culpa de este angelito me llevé un reto del Capitán en San Vicente... probando el pito del buque me pilló descuidao y se puso a tocarlo como loco... los que oyeron de tierra pensaron que el buque zarpaba sin previo aviso... se llevaron un buen susto.



El Fanta también conocido como "Don Che" junto al tercer ingeniero "Melame" y al que escribe "el Poeta" formabamos el elenco de Morande con Compañía del buque... aqui sale haciendo un baile sensual pa la cámara... jajajaj

Hoy en la mañana los tripulantes han bajado en lancha rumbo a sus casas después de haber fondeado el ancla nuevamente… la que en este rato debería estar trabajando muy despacio por la proa (algo así como muestra la foto).



A pesar de que este inusual silencio de máquinas, grúas y otras maniobras provoca una sensación de soledad en este día, la cual se acentúa más con el hecho de que sólo habemos unas 8 personas en el buque, el silencio de esta tarde de domingo en la que sólo se puede escuchar la suave brisa marina hurgando los caprichosos rincones de las estructuras navales, el golpeteo acompasado del oleaje contra el casco de acero, el sol iluminado la mar llana cuan espejo iluminado… a pesar de todo considero que ha sido uno de los días que más he disfrutado a bordo en este tiempo, quizás sea por el hecho de sentir que mañana estarás nuevamente en casa con los tuyos, que el peso de las responsabilidades a bordo se empieza a desvanecer sobre tus espaldas, que la mente se siente menos aprisionada dando más espacio al esparcimiento, al descanso… al volver ha plantearnos preguntas, reformular lo que ha sido nuestra vida hasta ahora, con lo bueno y lo malo… lo que nos depara para más adelante y en que pie estaremos para afrontarlo… en fin creo que ha llegado el tiempo de dejar de lado ese pragmatismo que me permite ir encarando de frente los nuevos desafíos, comprenderlos para irlos solucionando… es tiempo de salir momentáneamente de esta corriente abrumadora que suele imponer el mundo de hoy para dar lado a ese yo interior, a ese pequeño mundo del cual pocos conocen y ni siquiera el que escribe ha podido descifrar del todo... ahí vamos entonces después de casi un año navegando… y aun no puedo descubrir el lado poético de los buques, algo me dice que los navíos lo tienen pero no se como hallarlo… a ver si lo desentraño alguno de estos días… hay vientos de vacaciones, de comer pastel de choclo, de dormir hasta tarde… de respirar nuevamente los aires del sur… la tierra indómita de la Araucanía.

Entre el cielo y el mar ... un bitácora de viaje.