Se puede tener tanto en esta vida o se puede tener tan poco, sin embargo se vuelve a caer en los mismos errores, independiente de que a veces nos toque estar arriba o abajo de esta ruleta, dependiendo desde donde la miremos. Nunca se está conforme con lo que se tiene, sea mucho... sea poco. Siempre miramos hacia el lado deseando poseer aquello que el otro tiene. Mas este tipo de enfoque tiende hacia la disconformidad y la frustración. Según mi parecer me doy cuenta que hay un concepto erroneo de lo que es felicidad.
Aprender a ser feliz con lo que se tiene, disfrutar el día a día de las cosas simples que da la vida, entender que no es necesario tenerlo todo para poder ser feliz, sino que para acercarnos a eso debemos aceptarnos tal como somos, con nuestras virtudes, nuestros defectos, nuestras limitaciones y bondades, nuestros fracasos, nuestros triunfos... tener conciencia de que de lo malo se puede aprender mucho y de lo bueno debemos disfrutar hasta el último sorbo, como degustar un buen vino... lentamente sin apurar nada, hasta la última gota... hasta el último aliento.
Se puede tener mucho en esta vida pero siempre faltará algo, es nuestra naturaleza imperfecta que nos permite disfrutar de las imperfecciones de la vida, porque en cada imperfección hay un mundo diferente por descubrir... hay más por ir aprendiendo.
Siento que ya voy quemando una etapa en la que he aprendido a valorar más a mis dos grandes tesoros... mis padres. Darme cuenta que son el regalo más valioso que se me ha dado, aprender a disfrutarlos todos los días, conocerlos de otra manera en este pausado tiempo transcurrido junto a ellos como el pasar de coloridos ocasos en la mar. La vida nos da como también a veces nos quita. Hace un tiempo atrás he entendido esto: que todo lo bueno que tengamos en la vida, debemos valorarlo y amarlo como si fuera el último día, porque nada se tiene por seguro y tarde o temprano la vida reclamará lo suyo, mas cuando llegue ese momento solo nos quedarán los dulces momentos que alcanzaste a saborear mientras ella te los dió, todo depende de nosotros... una vez que ya tienes el sabor amargo en tu boca no queda nada por hacer... el destino avanza lineal e incólume hacia adelante en infinita procesión.
Aprender a ser feliz con lo que se tiene, disfrutar el día a día de las cosas simples que da la vida, entender que no es necesario tenerlo todo para poder ser feliz, sino que para acercarnos a eso debemos aceptarnos tal como somos, con nuestras virtudes, nuestros defectos, nuestras limitaciones y bondades, nuestros fracasos, nuestros triunfos... tener conciencia de que de lo malo se puede aprender mucho y de lo bueno debemos disfrutar hasta el último sorbo, como degustar un buen vino... lentamente sin apurar nada, hasta la última gota... hasta el último aliento.
Se puede tener mucho en esta vida pero siempre faltará algo, es nuestra naturaleza imperfecta que nos permite disfrutar de las imperfecciones de la vida, porque en cada imperfección hay un mundo diferente por descubrir... hay más por ir aprendiendo.
Siento que ya voy quemando una etapa en la que he aprendido a valorar más a mis dos grandes tesoros... mis padres. Darme cuenta que son el regalo más valioso que se me ha dado, aprender a disfrutarlos todos los días, conocerlos de otra manera en este pausado tiempo transcurrido junto a ellos como el pasar de coloridos ocasos en la mar. La vida nos da como también a veces nos quita. Hace un tiempo atrás he entendido esto: que todo lo bueno que tengamos en la vida, debemos valorarlo y amarlo como si fuera el último día, porque nada se tiene por seguro y tarde o temprano la vida reclamará lo suyo, mas cuando llegue ese momento solo nos quedarán los dulces momentos que alcanzaste a saborear mientras ella te los dió, todo depende de nosotros... una vez que ya tienes el sabor amargo en tu boca no queda nada por hacer... el destino avanza lineal e incólume hacia adelante en infinita procesión.
¿Como relacionar la sensación de felicidad con la sensación de paz? ¿Son la misma cosa?
¿Es necesario ser feliz para sentirnos en paz con nosotros mismos?
En fin, sólo estoy conciente de que la felicidad no es del todo plena y que eso debemos aceptarlo pues es un buen punto de partida para acercarnos a ella.

3 comentarios:
Hola!
No cabe duda que para ser feliz no necesitamos ser ricos de dinero. Hermosas palabras y excelente forma de describir el valor de la vida.
Muy lindo post, nos leemos y aprovecho para desearte un 2007 lleno de salud, alegrías y bendiciones, en donde alcances muchos éxitos y logros.
Un abrazo.
las vueltas de la vida... todo pasa por algo (o para algo). Mi "príncipe" fue tragado por la tierra... no sé qué es de él porque le robaron el celu en valpo y tiene todos mis numeros en él :(
ahora... con una amiga pafinamos los planes para pasar el año nuevo en viña :)...
todo pasa por algo.
Ah! me gustó mucho lo que escribiste... no coments.
nos leemos!
y baile harto no más pa la BIG PARTY OF THE YEAR!
La felicidad es la unión de millones de momentos en los cuales el alma sonrie !!
Muchas felicidades y éxito para el próximo año !!
Un saludo desde Valparaíso
:)
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