lunes, noviembre 27, 2006

Monólogo de un hombre de pocas palabras.


Palabras escritas y palabras dichas son conceptos diferentes para mi. Hay aspectos míos que se contradicen y están en constante conflicto. Palabras escritas palabras dichas, palabras van palabras vienen y nunca se repiten de la misma manera. Palabras que no salen de mi boca, son palabras que se escriben en una página.
Gran parte de las personas que me conocen en persona me consideran hombre de pocas palabras. Y yo estoy convencido de eso. Agradezco a Dios que al menos cuando abro la boca no dejo la tendalada!!! Si, soy hombre de pocas palabras. Puedo hablar poco, pero creo decir muxo. De hecho considero que hablo más conmigo mismo que con el resto de los mortales.
Sobre todo cuando estoy a solas, hablo conmigo mismo en voz alta. Para liberar todo pensamiento que antes no podía ser liberado de mi mente Es que es raro ver a alguien hablando a solas en voz alta!!!... es freak!!! A veces se puede hablar a solas con el mar... cuando navegas. Pero es preferible escribir... es más normal. Y el papel aguanta todo viteh!!!
De hablar poco, pero nunca dejar de pensar en cualquier cosa. Alguna idea, algún recuerdo... escuchar, creo que nací para escuchar a los demás. Pero a veces mis pensamientos me desconectan de la realidad y de la otra persona y ésta me sigue hablando y hablando y hablando... hasta que me vuelvo a conectar y le digo que si!!! y jura que la escucho... y parece que esto no tiene remedio.
Hombre de pocas palabras. Cuando recién conozco a alguien puedo aparentar ser el tipo más serio y pesado del país, pero en realidad soy lo más relajado que hay. Pregúntenle a cualquiera que me conozca!!! Lo que pasa es que soy muy desconfiado por naturaleza, pero es lo que hay nomás poh!!!
Quizás con el tiempo la cosa irá cambiando. Si es que la persona me inspira ese sentimiento. Incluso la conexión puede ser tan potente que a veces podemos charlar por horas y horas y ya se hace una especie de adicción.
Como acá en casa con la familia. Como con los amigos. Como con el gato de la vecina (que ya lo hecho de menos porque desapareció hace una semana y llegaron ayer en la mañana a mi casa preguntándome por él) pobre vecina...
A veces me gustaría ser con todos igual. De tener largas charlas sin tener que pasar por este proceso de mierda que inconcientemente aplico tratando de escudriñar los pensamientos de los demás... pero ya nada se puede hacer.
Creo que cuando deje de navegar estudiaré pa` psicólogo. Tendré tardes enteras para hablar conmigo mismo. Y tirarme arriba del sofá de cuero. Tardes enteras para escuchar a los demás. Para escudriñarlos sin desconectarme eso si. Pa tratar a algún colega que se este volviendo loquito con tanto buque... pasándose a fierro o que se sienta con el síndrome Cornelius.
Aunque pensándolo bien, en la mar tienes tardes enteras para pensar mientras haces tu guardia de navegación mirando los ocasos, escuchando el viento y las olas. A veces escuchas los dramas de los marinos viejos. Dramas que generalmente se relacionan con la lejanía de los seres queridos
Por eso digo que navegaré sólo por un tiempo... con familia de por medio la vida del navegante cambia 180º

Y no se que mierda me impulsó a escribir estas tonteras sin motivo alguno

Debe ser porque estoy solo en la casa... y quería relajarme un rato.


Hablando de relax... esto es de culto!!!


1 comentario:

J.C.Morgado dijo...

heeey, hago lo mismo... hablo solo y en voz alta, es una terapia super buena para relajarse y conocerse; ya que en ocasiones salen conversaciones super buenas y con respuestas que ni uno mismo la espera.


El video.... cuanto recuerdo !!


Que tengas buen día

:)

Entre el cielo y el mar ... un bitácora de viaje.